Consejo Superior

Se creó el Programa de Voluntariado

Lunes 31 de mayo de 2004

Lo aprobó el Consejo Superior de la Universidad para promover actividades solidarias y fortalecer el compromiso social. También se realizó un homenaje a Mauricio Epelbaum, a 10 años de su fallecimiento. El debate sobre la situación de docentes de la Facultad d

El Consejo Superior de la Universidad del Litoral aprobó el Programa de Voluntariado, que funcionará en el ámbito de la Secretaría de Extensión. Está destinado a docentes, estudiantes, graduados y no docentes interesados en actividades solidarias con la comunidad. La experiencia de los proyectos de extensión y el trabajo realizado durante la emergencia hídrica alentaron la creación de este nuevo sistema, que busca consolidar la cultura solidaria, crear conciencia activa sobre los problemas sociales y formar profesionales comprometidos con el medio.

Según establece la resolución, el Régimen de Voluntariado Universitario nace con el objeto de "ampliar y profundizar las múltiples acciones que realiza per se o concertadas con distintas organizaciones" y se basa "en la promoción de los valores de Solidaridad, Compromiso y Racionalidad intentando lograr bases para el desarrollo progresivo de una cultura solidaria sostenible y, especialmente, una educación integral de los futuros profesionales".

Además, el Consejo Superior aprobó el Programa Integral de Atención y Prevención del Uso Indebido de Sustancias (ver nota aparte) y se crearon las comisiones académicas de los Programas de Ciencias Sociales y de Biología de los ciclos iniciales de carreras de la UNL.

Homenaje a Mauricio Epelbaum

El rector Mario Barletta realizó un homenaje al Profesor Mauricio Epelbaum, quien fuera decano de la Facultad de Formación Docente en Ciencias y vicerrector. Epelbaum, profesor en Ciencias Matemáticas, fue docente de la Universidad y se desempeñó tanto en la enseñanza media como superior. Se desempeñó como Decano Normalizador de la Escuela Universitaria del Profesorado, interviniendo en su transformación como Facultad en el año 1985, unidad académica de la cual fue Decano electo por dos períodos. Luego fue Consejero Superior y en 1993 la Asamblea Universitaria lo eligió como Vice-Rector. "El Profesor Mauricio Epelbaum sigue representando hoy un ejemplo de vida comprometido con la incasable lucha por la Universidad Pública, los valores de la democracia y la libre expresión de ideas. Un hombre que entregó su vida a la noble tarea de educar", tal cual expresa la resolución que en 1995 impusiera su nombre a la sala del Honorable Consejo Superior y que fue leída por el rector: "La primer definición de la cual se hace acreedora su personalidad es la de Maestro y así lo consideran los estudiantes que tuvieron la suerte y el inmenso placer de conocerlo", continúa y concluye: "Su nombre sigue siendo una referencia obligada de esta Universidad que sigue estando asociado a los más nobles valores del trabajo, el sacrificio, la conducta ética y quizás el más importante de todos: el de los ideales".

La situación de Filosofía de la UBA

El debate que se vive en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, en torno a la figura del profesor Romero y las actitudes de la gestión actual de esa casa de estudios, fue objeto de manifestaciones y discusiones en el Consejo Superior. El consejero estudiantil Pivetta manifestó su preocupación por los falsos planteos que "en nombre de la revolución desprestigian a las instituciones y desvirtúan el verdadero sentido de la Reforma Universitaria. Hoy parece que la revolución pasa por el desprecio al que opina distinto y nos olvidamos que la Universidad ha sido un lugar donde se respira democracia, cosa que precisamente ha pretendido avasallar más de un gobierno autoritario, no solo en nuestro país sino en todo el mundo". En cambio, el consejero estudiantil Chizzini entendió que el tema en la UBA estaba vinculado a "una lucha por el campo de la historia entre una figura emblemática como Romero, y Varceiles, un historiador de izquierda que pretende revisar el concepto de historia argentina que tenemos".

Finalmente, el consejero docente Macor dio su opinión: "No es un problema de la historia o de las ciencias sociales, es un problema de la Argentina, de la Universidad; esto no es un problema de izquierda o derecha sino de dos modelos de universidad: de excelencia académica o no". Para el historiador, lo que está pasando en la UBA "tiene que ver con la memoria. Y hay que recordar que cuando nos tocan a nosotros es la forma de tocar por los bordes al centro de la Universidad; así empezó siempre, así empezó en el 30, en el 66, en el 73 con las cátedras nacionales. La bandera de las cátedras paralelas ha sido tomada para colocar a gente sin concurso, con claras disposición diferente a la forma de acreditación de la materia con los alumnos. El problema no es si tiene una visión particular u otra, sino que se llame a concurso y no que designen a la gente a dedo. Es un problema de la discriminación de la excelencia académica de nuestra Universidad", concluyó.

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