Dopamina nace en un laboratorio, dentro de un espacio embrionario donde se llevan a cabo experiencias particulares. En el devenir del tiempo la materia -como elemento físico- se transforma. En las obras se desvanecen las disciplinas tradicionales relacionadas con los modelos estéticos hegemónicos.

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Cada obra construye realidades de las que, muchas veces, buscamos escapar. Los límites se proyectan hacia el infinito; no hay vértices que irrumpa la monotonía de la existencia humana. Logramos evadirnos a través de estímulos externos.

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El cuerpo es el soporte de nuestras emociones. El control de los deseos es un acto de poder que, en ciertas oportunidades, escapan a nuestro dominio. Buscamos tomar las riendas de ellos y regular las inhibiciones a través de estímulos químicos. No hay género que limite el acto.

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El espejo no refleja nuestra legítima naturaleza. Las experiencias subjetivas no se muestran ante ella. La verdadera condición humana queda reprimida…oculta ante la mirada de la sociedad. Maquillamos la realidad para encubrir nuestros estados de ánimo.

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DOPAMINA

Adicción o abstinencia: dos caminos posibles

Dopamina nace en un laboratorio, dentro de un espacio embrionario por donde se llevan a cabo experiencias particulares en el ámbito de una cátedra en un área del conocimiento referida a la materialidad y sus posibilidades plásticas. En el devenir del tiempo, la materia -como elemento físico- se transforma en obra que se concreta dentro del marco de ensayo académico para el proyecto final de la Tecnicatura Superior en Artes Visuales de la escuela “Prof. Juan Mantovani”.
La experiencia artística, por un lado, se focaliza sobre una problemática socio-afectiva visible que toma relevancia a partir del consumo de ciertos medicamentos como agentes estimulantes. Hace referencia a la recurrencia, dependencia y automedicación ante determinados síntomas que el cuerpo manifiesta y que están referidos al desplazamiento de nuestras ansiedades hacia límites que, muchas veces, son imposibles de controlar. Por el otro, atraviesa a la ciencia como territorio de estudio vinculado a la fisiología. La dopamina es un neurotransmisor que activa nuestra función biológica y que acciona, a través de sus funciones, un conjunto de rasgos esenciales para nuestra vida cotidiana.
La artista presenta su propuesta descontextualizando la materia para crear un objeto único de deseo, como una producción de accesorios que nunca dejan de diseñarse y fabricarse para la sociedad de consumo.
En las obras se desvanecen las disciplinas tradicionales relacionadas con los modelos estéticos hegemónicos. Cada pieza está planteada a partir de esquemas organizados con pastillas, medicinas, drogas, medicamentos, antídotos -cualquiera sea la forma de denominación-, además de componentes electrónicos.
El acompañamiento fotográfico digital entra en psicodelia a través de la naturaleza de los componentes que intervienen en nuestro organismo cuando se disuelven, apelándose así a su dependencia.
El Foro Cultural Universitario nos invita a recorrer la muestra de la Artista Mara Art. De manera virtual, a través de su plataforma, así como también en el espacio físico del museo, nos acercamos a su producción, a las diferentes técnicas que aborda y el discurso que construye desde las artes visuales.

Manuel Canale
Curador

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